Siempre que comenzamos el análisis de cualquier tipo de realidad debemos realizar un acercamiento semántico al término que le da nombre. Una buena base desde la que partir es la definición que de ese concepto dan los diccionarios. En la lengua castellana es obligado acercarnos al diccionario de la Real Academia Española de la lengua. Una búsqueda en su última edición, la del 2001, de los términos “bitácora” o “blog” es infructuosa. Este hecho nos deja bien a las claras el carácter novedoso del término. Sin embargo en el año 2005 la R.A.E. publicó el Diccionario Panhispánico de dudas en el que sí aparece la palabra bitácora con el significado que nosotros estamos utilizando. Según la R.A.E. en los últimos años se ha utilizado el término “bitácora”, tomado del tradicional “cuaderno de bitácora”, para referirse a un “sitio electrónico personal, actualizado con mucha frecuencia, donde alguien escribe a modo de diario o sobre temas que despiertan su interés, y donde quedan recopilados asimismo los comentarios que esos textos suscitan en sus lectores”. [1] Nos encontramos ante una definición bastante completa y que nos acerca de manera clara a la realidad a la que hace referencia. Esta institución propone la utilización del prefijo “ciber-” para dejar claro el carácter cibernético de este tipo de diarios. Hay que señalar que cuando buscamos el término “blog” en la versión online de este Diccionario Panhispánico de dudas nos remite a “bitácora”.
Teniendo como base esta definición ofrecida por la Real Academia de Española de la lengua, vamos ahora a introducirnos en el rasgo básico de todo blog: su presencia en Internet. Si de características esenciales hablamos esta sería la principal. Un blog es por definición un diario electrónico publicado en Internet, que es precisamente el que les da la posibilidad de acceso a todos los usuarios. Este sería otro rasgo esencial: el carácter abierto de los blogs, ya que son escasos los ejemplos de blogs que prohíben el acceso a algunos de sus lectores. La única traba que encontramos en algunos servicios de publicación de blogs es la obligatoriedad del registro para todos aquellos lectores que deseen comentar un post.
El carácter gratuito en el acceso a los contenidos es una de las bases de Internet y salvo algunas excepciones la mayoría de los sitios no producen beneficios o sufragan sus gastos mediante la publicidad. Estaríamos ante la primera razón del éxito de las bitácoras según apunta Vicente Luís Mora en su libro sobre los blogs[2]: su gratuidad. Pero más que por el carácter gratuito del acceso a los blogs, algo habitual en la Red, lo que más atrae a los lectores de los bloguers es que la mayoría de ellos son amateurs, es decir, no reciben retribución económica alguna de su labor como responsables de sus bitácoras.
El siguiente de los factores que explican según Mora el éxito de las bitácoras es el su fácil uso. Las primeras bitácoras tenían una estructura similar a las de las páginas webs y para su mantenimiento era imprescindible tener ciertos conocimientos de programación. Todo cambió con la llegada de gestores de contenidos como Blogger o WordPress, que provocaron una democratización de la blogosfera que fue un elemento clave para su desarrollo ulterior. Gracias a las webs que facilitan la publicación y el alojamiento gratuito de las bitácoras, otro factor importante, todos aquellos usuarios que no dominan el lenguaje html pero que quieren aprovechar la estructura de los blogs para la publicación de contenidos propios han podido acceder a la blogosfera. La simplicidad de la estructura de los blogs también ha facilitado el acceso multitudinario de los usuarios. Los lectores de las bitácoras no tienen que buscar lo que les interesa mediante hipervínculos como ocurre en las páginas webs, sino que salvo que busque entradas anteriores en el tiempo puede acceder a lo que quiere leer desde un primer momento.
Siguiendo con las posibles razones del éxito de los blogs que aporta Vicente Luís Mora en el segundo capítulo de su libro, nos encontramos con la importancia de la difusión a través de otros medios de comunicación. Es cierto que la relación entre los blogs y los medios de comunicación tradicionales siempre ha sido difícil, nos ocuparemos de ello en otro apartado de este capítulo, pero cuando los grandes diarios se dieron cuenta de su importancia no dudaron de apropiarse de ellos en sus versiones online. La presencia en radios, televisiones y diarios de noticias referidas a blogs o que toman como fuentes a bitácoras de referencia, ha ido creciendo paulatinamente en los últimos años y ha sido un factor decisivo para que la gran mayoría de personas que no navegan habitualmente por Internet conozcan este fenómeno y se interesen por él.
José Luís Orihuela, uno de los estudiosos que mejor conocen la blogosfera hispánica, establece en el libro sobre los blogs que publicó junto a cuatro especialistas más en 2005 [3], tres rasgos inherentes a la Red: la interactividad, la multimedialidad y la hipertextualidad. Podemos decir que estas tres características básicas de Internet no sólo aparecen en los blogs, sino que logran en este espacio uno de sus desarrollos más acentuados. La interactividad es una de las bases de las bitácoras, ya que apenas se puede entender el éxito de estos fenómenos comunicativos sin la posibilidad que se le da al lector de influir en el autor de la entrada mediante sus reproches, correcciones o elogios. El carácter multimedia de las bitácoras puede que sea más discutible, pues es la letra escrita, en la pantalla se entiende, la principal protagonista de las bitácoras. Sin embargo gracias a la progresiva mejora de los gestores de contenido, los bloguers pueden introducir en sus bitácoras imágenes, sonidos o vídeos.
El último de los tres rasgos esenciales de Internet a los que hace referencia José Luís Orihuela es el de la hipertextualidad. La Red es un gran hipertexto en el que podemos pasar de un contenido a otro a través de los hipervínculos que estructuran la red. En las bitácoras los hipervínculos tienen importancia en el ordenamiento interno de los contenidos, mediante archivos temporales o temáticos, pero especialmente en su funcionamiento extrínseco. Una gran parte de los posts que se publican diariamente están aderezados por hipervínculos que sirven como nexo de unión entre los distintos bloguers. Estos enlaces son imprescindibles para entender el concepto de blogosfera que más tarde estudiaremos.
El último rasgo que queremos añadir como esencial en la caracterización de los blogs hace referencia a su autoría. Al contrario de lo que ocurre en otro tipo de medios sociales de comunicación en Internet como los foros o las wikis, los blogs suelen tener un autor único. Es cierto que encontramos frecuentes casos de blogs colectivos, pero en ellos cada bloguer suele mantener su independencia y firma cada uno de los posts que escribe. El carácter personal sería pues esencial de los blogs. La libertad creativa de la independencia con respecto a un jefe o a un compañero es el signo fundacional del fenómeno blog. El bloguer, el amateur se entiende, no tiene más vasallaje que hacia sus lectores. Este hecho permite que los blogs nos ofrezcan textos cargados de libertad creativa e intelectual y casi siempre alejados de los tópicos literarios o periodísticos.
[3] ALONSO, Julio, et al. Blogs. La conversación en Internet que está revolucionando medios, empresas y a ciudadanos. Esica, Madrid, 2005.
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